Familiarización con el hifema, sangrado en el espacio entre la córnea y el iris

El hifema es una afección en la que la sangre se acumula en la cámara anterior del ojo, que es el espacio entre la córnea (la membrana transparente del ojo) y el iris (la membrana del arco iris). La sangre puede cubrir parcial o completamente el iris y la pupila, obstruyendo la visión. Cuando se mira en el espejo, puede notar sangre en el ojo frontal, lo que puede ser motivo de preocupación. Si no se trata, el hipema corre el riesgo de causar problemas de visión permanentes.

Varias causas de hipema

La causa más común de hipema es un traumatismo en el ojo acompañado de un aumento de la presión intraocular (presión dentro del ojo). Por lo general, el trauma es causado por lesiones deportivas, accidentes, caídas y peleas. Además, el hipema también puede ocurrir debido a:
  • Vasos sanguíneos anormales en la superficie del iris.
  • Cirujía de ojo
  • Infección ocular causada por el virus del herpes.
  • Problemas de coagulación de la sangre, como anemia de células falciformes, enfermedad de von Willebrand y hemofilia.
  • Problemas con la lente intraocular
  • Cáncer de ojo
  • Uso de medicamentos anticoagulantes (anticoagulantes)
Si tiene estas condiciones, debe consultar a su médico sobre la posibilidad de hipema.

¿Cuáles son los signos de un hipema?

Hasta el 70% de los casos de hipema ocurren en niños, especialmente en niños de 10 a 20 años. Cuando tiene un hipema, puede presentar los siguientes signos:
  • La sangre es visible frente a los ojos.
  • Enfermo
  • Sensibilidad a la luz
  • Visión borrosa, borrosa u obstruida
  • Es posible que la sangre no sea visible si el hipema es pequeño
Una de las complicaciones más graves del hipema es el aumento de la presión ocular. La presión en el ojo aumenta porque la sangre del hipema puede bloquear el canal de drenaje del ojo. Esto puede causar daño ocular a largo plazo asociado con el glaucoma. El glaucoma es una afección de por vida que requiere un tratamiento médico más serio. Además, otras complicaciones del hipema que pueden ocurrir incluyen daño al nervio óptico, córnea manchada y pérdida permanente de la visión. El hifema tiene un grado basado en la cantidad de sangre que cubre el ojo.
  • Grado 1: la sangre cubre menos de un tercio (anterior) de la parte frontal del ojo
  • Grado 2: la sangre cubre el tercio anterior a la mitad del ojo
  • Grado 3: la sangre cubre más de la mitad anterior del ojo
  • Grado 4: la sangre cubre toda la cámara anterior
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Pasos para el tratamiento del hifema

No intente tratar un hipema usted mismo sin consultar a un oculista porque puede ser peligroso. Aproximadamente el 15-20% de las personas con hipema experimentan más sangrado dentro de los 3-5 días. Si la presión o el sangrado en el ojo aumentan, es posible que deba ser hospitalizado. Los siguientes pasos para el tratamiento del hipema que se pueden realizar:
  • Limitar el movimiento de los ojos

Limite el movimiento de los ojos descansando en la cama. Asegúrese de que su cabeza esté ligeramente elevada para ayudar a su cuerpo a absorber la sangre. Evite leer o usar un teléfono inteligente primero porque se teme que pueda empeorar las afecciones oculares.
  • Use gotas para los ojos

No elija descuidadamente las gotas para los ojos, debe usar las recetadas por un médico. Es posible que su médico le recete atropina para dilatar la pupila y corticosteroides para evitar que se forme tejido cicatricial.
  • Proteger los ojos

Cubra el ojo que le duele para que no le duela más. También es posible que deba usar anteojos para evitar que la luz entre directamente en sus ojos.
  • Supervisar el tratamiento

No tome ningún medicamento con aspirina, ya que puede causar más sangrado. Además, también evite los medicamentos no esteroides como el ibuprofeno y el naproxeno. Si le duele el ojo, puede usar un analgésico suave como acetaminofén, pero no demasiado. Si el dolor empeora, debe volver a ver a un médico.
  • Controle la presión ocular

Su médico puede medir la presión dentro de su ojo todos los días durante algunos días. Si su presión ocular aumenta, por ejemplo debido a los vómitos, su médico le dará un medicamento para prevenir los vómitos. Según la gravedad de su caso y otras afecciones médicas que tenga, es posible que sea necesaria una cirugía. No dudes en consultar a un oftalmólogo para que tu hipema no empeore y puedas recuperarte rápidamente.

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