El perfeccionismo es una obsesión que establece altos estándares, ¿debería ser controlado?
Al completar un trabajo o tarea, todos deben haber establecido sus propios estándares. Algunas personas han establecido estándares demasiado altos, por lo que a otros se les llama perfeccionistas. ¿Este perfeccionismo es bueno o malo?
¿Qué es un perfeccionista?
Como el término implica, el perfeccionismo es una obsesión por ser la persona perfecta. El perfeccionismo también se puede definir como establecer estándares demasiado altos para usted y los demás. Esto se aplica a una variedad de actividades, desde las académicas hasta la elección de un socio. El perfeccionismo en realidad tiene efectos tanto positivos como negativos. En el lado positivo, el perfeccionismo nos motiva a dar los mejores resultados para lograr nuestros objetivos. Para las personas que pueden controlar este rasgo, el perfeccionismo también fomenta la superación personal. Pero en el lado negativo, no pocas personas que dicen ser perfeccionistas se sienten molestas por este rasgo. Los perfeccionistas corren el riesgo de hacer que pospongas las cosas en hacer algo, de modo que los resultados no sean óptimos o no se logren. Este rasgo a veces también nos hace humillarnos. Además, este rasgo perfeccionista destructivo también provoca una disminución de la autoestima (Autoestima), comparan el logro personal con los demás y se estresan más fácilmente.El perfeccionismo puede ser negativo y ser síntoma de un trastorno mental
En casos severos, el perfeccionismo puede convertirse en un síntoma en personas que padecen determinados trastornos psicológicos. Estos trastornos psicológicos, que incluyen:- trastorno obsesivo compulsivo (trastorno obsesivo compulsivo - TOC)
- Desorden de ansiedad social (desorden de ansiedad social)
- Trastorno de pánico (trastorno de pánico)
- A menudo se siente como un fracaso en todas las actividades.
- Procrastinar el trabajo, por ejemplo, ser perezoso para iniciar una actividad por temor a no poder completarla a la perfección.
- Es difícil relajarse y compartir sentimientos con los demás.
- Suelen ser demasiado controladores en las relaciones personales y profesionales.
- Obsesionarse negativamente con las reglas y el trabajo, o volverse extremadamente apático